domingo, 29 de enero de 2012

Sedientos del evangelio

Según las estadísticas, de cada diez mil personas que viven en Los alrededores de una iglesia, cuatro mueren cada semana. Si de esas diez mil personas solo una se salva por mes no podemos decir que tos resultados son satisfactorios.
La necesidad de proclamar el evangelio están evidente y cada día más critico, sin embargo la obra de las tinieblas ingenia estrategias para ocultar esta necesidad. Para comenzar maquino el asesinato de Abel, lanzo misiles contra La ascendencia humana de Cristo, intentó evitar eL nacimiento del salvador asesinando a muchos recién nacidos en Belén. Habiendo fracasado, la única alternativa que le quedaba era impedir La predicación del evangelio.

Jesús fue muy claro en lo que teníamos que hacer:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
Bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en (as manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán
sus manos, y sonarán.” MARCOS 16:15-18
Pero como cristianos muchas veces tenemos otras prioridades como por ejemplo el trabajo, y no el trabajo en la obra del Señor, me refiero al trabajo secular, amados líderes no podemos colocar a Dios en segundo lugar, no podemos hacer una cosa sin dejar de hacer la otra. Las obras de las tinieblas quieren tenerte entretenido manteniéndote alejado de la evangelización, porque el predicar la palabra de Dios te hace mucho daño.
Las necesidades del mundo y de tu familia saltan a la vista y son tan grandes que llenaríamos un libro si intentáramos enumeradas. Si hay algo que puede aliviar los pesares del mundo, es sin duda el evangelio de Cristo, predicar es soltar ataduras, es dar a conocer la verdad. Algunos han perdido la esperanza se han dado cuenta de las limitaciones de la ciencia, la tecnología, la medicina, la política, la educación. Buscan la forma de olvidar sus problemas en las drogas, la bebida cualquier cosa.
El profeta Isaías escribe en el capitulo 1:5,
Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente’
A veces nuestros cuerpos sanan por si mismos, pero muy a menudo necesitan medicinas. La enfermedad puede vencer Las defensas naturales del cuerpo, y entonces requiere la ayuda de una curación. En cuanto a la salvación, el único remedio que disponemos es el poder divino del evangelio. Nuestra tarea es llevar este remedio a quienes lo necesiten, no debemos dudar del poder del evangelio soto porque algunas personas no quieran aceptarlo. Uno no puede forzar La curación del individuo, si el paciente resuelve no someterse a un tratamiento, simplemente
moi1rá a menos que Dios decida intervenir.
Proclama el  evangelio en toda tu casa, que nada te detenga , estas a tiempo.

3 comentarios:

  1. este es mi correo tkdaj0984@hotmail.com envíenme notas así a mi correo por fa las necesito son muy buenas

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  2. Buena aportacion , gracias por alimentar nuestro espiritu,reciban bendiciones este programa de bendicion, amen, lilly

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