domingo, 29 de enero de 2012

Hombres de Dios intrépidos

Los hijos de Dios pueden ser audaces. Veamos lo que dice la palabra al respecto:
‘Por la fe Moisés, cuando nació fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey’ Hebreos 11:23
Piensa en un momento en esta palabra, el goberné egipcio y el faraón, decretaron que era ilegal tener un varón hebreo. Por ley estos niños debían ser matados en el momento de nacer. Los soldados iban por todas partes para hacer cumplir esas órdenes. Esta ley causo mucho terror y dolor en el pueblo de Dios.

Entonces nació Moisés. Los padres miraron a ese niño tan hermoso y comprendieron que jamás podrían matarlo. Decidieron desafiar la ley y esconder al bebe. “POR FE NO TEMIERON”..

Los oficiales estaban tan cerca y se detuvieron frente a la puerta buscando la vida del niño. ¿Quién no temblaría de ansiedad si hubieran hombres armados esperando la oportunidad de matar a su bebe? Sin embargo “NO TEMIERON”. ¿Por qué no temieron? ¿Será que eran insensibles, sin sentimientos? No, eran muy buenos padres.
Había una razón por la cual ellos no temblaron ni se llenaros de pánico: TENIAN FE EN DIOS. Es cierto la situación era terrible, su fe parecía ingenua y tonta, pero Dios se deleita en lo imposible.

CUÁNDO LAS COSAS SON IMPOSIBLES, LA RESPUESTA ES LA FE.  La fe no es solo para lo posibles1 esa no es fe. El recurso más poderoso en el universo es el brazo de Dios. Algunos solo pueden creerle a Dios cuando se trata de algo razonable.
Sin embargo el apóstol Pablo escribió:
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” Filipenses 3:3
Es decir nuestras propias maquinaciones.
Hay una historia africana acerca de un elefante y una hormiga, un elefante cruza un puente colgante, y una pequeña hormiga estaba sentada sobre el elefante, justo detrás de su enorme oreja. El puente se sacudió mientras lo cruzaban, y cuando estaban seguros al otro lado, la hormiga le dijo al elefante: ¡Que cosa! Como sacudimos el puente, ¿no es cierto?”.
Esa es la relación que tenemos con Dios cuando descansamos en Él. Él nos lleva:
“Y hasta la vejez yo mismo y hasta las asnas os soportare ; yo hice, yo llevare, yo soportare y guardare.”
Isaías 46:4
Él sacude el puente. Pone todo su peso de nuestro lado. Edifica nuestra casa, nuestra iglesia, nuestro negocio. El Señor nos lleva al éxito.
En Él encontramos que lo imposible es posible ¡Aleluya!

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