sábado, 28 de julio de 2012

No sirva al problema sirva a Dios Todopoderoso



Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia. – Isaías 55:7a
Usted no puede obtener la victoria mientras el problema sea lo más importante de su vida.
Hace algunos años el Señor me despertó a esa realidad. En esa época enfrentaba algunas dificultades en mi ministerio que me parecían tan grandes, que pensaba en ellas desde la mañana hasta la noche. Aunque las estaba resistiendo, pensaba más en esos problemas que en las promesas de las Escrituras sobre las cuales me estaba apoyando.
Entonces vi algo en Mateo 6:24-25:
“No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. Por eso les digo: No se preocupen por su vida”.
Yo había leído esos versículos centenares de veces, pero ese día vi algo que no había notado nunca antes. Vi eso inmediatamente después de que Jesús dijera: “Nadie puede servir a dos señores”, dijo: “No se preocupen”. De repente me iluminó. ¡Nosotros le servimos a nuestros pensamientos!
Por eso, Isaías 55 nos dice que dejemos nuestros pensamientos, y por la Palabra tomemos los pensamientos de Dios. Segunda de Corintios 10:5 nos dice que derribemos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
¿Quiere usted liberación de sus problemas hoy?
¡Entonces deje de servirles! No les permita que consuman su vida. No espere hasta que las circunstancias cambien para hacerlo. En lugar de eso, comprenda que las circunstancias no cambiarán jamás hasta que usted cambie los pensamientos equivocados por los pensamientos correctos.
Sé que eso no es fácil de hacer, especialmente en medio de las pruebas y de las densas tinieblas. Pero usted puede si hace estas tres cosas:
Primero, recuerde que no está solo. Usted tiene la Palabra (los pensamientos de Dios). Tiene el Espíritu Santo que le fortalece y tiene la mente de Cristo.
Segundo, acérquese a personas que estén llenas de fe. En vez de repasar su problema, deje que ellos hablen. Dispóngase a escuchar. Únase a la fe de ellos y resista las tinieblas.
Tercero, alabe a Dios. Haga lo que sea necesario para alabar. ¡Cuándo comience a alabar, la presencia de Dios rechazará esos pensamientos de preocupación y los hará caer!
Sus problemas no son lo más importante en su vida. Jesús lo es. ¡Sírvale con sus pensamientos y Él le hará libre!
Isaías 55
55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.55:3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.55:4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.55:5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
55:12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.55:13 En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

miércoles, 25 de julio de 2012

Puedo Querer O No Querer

“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud” (Salmos 143:10).
“Si usted piensa que usted puede o no puede, está en lo correcto.” (Henry Ford)
¡Es verdad! Podemos tanto hacer una cosa como no hacerla.Podemos tanto querer tomar una decisión como no tomarla. Podemos tanto seguir un determinado camino como no seguirlo.Todo depende de nuestra voluntad.
El Señor nos llamó para predicar su Evangelio. ¿Podemos rechazar? Sí, podemos, y, por nuestra decisión, perderemos la gran bendición que el Señor tiene lista para los que Lo obedecen. ¿Podemos, sin embargo, decir sí al Señor? No solamente podemos como debemos. Solo así encontraremos el verdadero camino de la satisfacción y de la felicidad.
El Señor nos enseñó a amar al prójimo. ¿Podemos hacer lo contrario? Sí, y crearemos raíces de amargura que sacarán nuestra paz y nuestra alegría. Los que aman tienen sus días colmados de contentamiento y disfrutan con más facilidad los placeres de la vida.
El Señor nos prometió grandes cosas. ¿Podemos dudar de Su Palabra y vivir por los rincones murmurando de todo y de todos? Sí, y pobres de nosotros que vivimos de tal manera.
¿Podemos creer en las promesas de Dios, aun cuando las circunstancias muestren lo contrario? Sí, y ¡maravillosos serán nuestros días mientras aguardamos la respuesta del Señor!
Puedo creer o dudar, puedo negar o aceptar, puedo murmurar o alabar, puedo cerrar el semblante o abrirlo en una sonrisa, puedo andar en tiniebla o ser una luz por donde paso, puedo ser ateo o un verdadero cristiano, puedo odiar o amar, puedo esperar desalentado o caminar por la fe, puedo morir espiritualmente o vivir abundantemente en éste mundo y aguardar la vida eterna. Todo depende de mí, de lo que yo quiero, de mis ideales de vida.
Podría no querer, sin embargo, quiero — y mucho — hacer la voluntad de Dios. Es mi Señor y el motivo de toda mi felicidad.

miércoles, 18 de julio de 2012

No importa lo que tenga que esperar

“Quédate quieto en la presencia del Señor,  y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones”.


Salmos 37:7 (Nueva Traducción Viviente)

Muchos de nosotros nos es difícil digerir la palabra: “Esperar” y es que dicha palabra no lleva un tiempo límite o una fecha de vencimiento, el esperar puede tardar horas, días, meses y hasta muchos años.

De las tres respuestas que Dios nos puede dar: “Si”, “No” o “Espera”, creo que esta última es la más difícil de asimilar, porque está ligada a un periodo de tiempo en donde pareciera que Dios calla o que Dios se ha olivado de responder, pero la realidad es que estas en el tiempo de esperar pacientemente.

El libro de los Salmos está lleno de un énfasis especial hacia esta palabra, salmistas la utilizan frecuentemente y es que el término “ESPERAR” está ligado a la vida cristiana, es parte de nuestra cultura cristiana y de lo que Dios quiere que aprendamos. De hecho la etapa de esperar es una etapa muy bonita en donde nos ayuda a sumergirnos más en la presencia de Dios, a buscarlo más, a depender más de Él y a conocerlo cada día más y mejor.

Escuchando una alabanza que he escuchado cientos de veces Dios provoco en mi que pusiera atención a una frase en especial, esa frase decía: “No importa lo que tenga que esperar”. Al reflexionar en esta frase Dios ponía en mi corazón que tenía que escribir sobre esto.

Y es que a veces cantamos solo por cantar, a veces pronunciamos las frases porque las sabemos de memoria, pero pocas veces reflexionamos en lo que realmente estamos cantando, en lo que realmente le estamos diciendo a Dios y es allí, cuando reflexionamos en lo que decimos, cuando Dios nos da luz sobre lo que Él quiere para nuestra vida.

Si nos vamos al ámbito espiritual, introduciéndonos a los planes perfectos y precisos de Dios, podríamos llegar a la conclusión que esa frase es totalmente cierta y verdadera: “No importa lo que tenga que esperar”.

Y es que no importa lo que tenga que esperar cuando sé que estoy en las manos de Dios.

Y es que no importa lo que tenga que esperar cuando sé que tengo de mi lado a un Dios perfecto, misericordioso y que nunca olvida sus pactos ni las promesas que un día nos hizo.

Y es que no importa lo que tenga que esperar cuando sé que la respuesta de mi Dios será la mejor para mi vida independientemente que sea o no la que yo quería.

Y es que no importa lo que tenga que esperar cuando mi vida le pertenece a Él y Él ha prometido cumplir su propósito en mí.

El salmista escribía: “Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en él está mi esperanza” Salmos 62:5 (Nueva Traducción Viviente). Qué lindo es cuando en silencio esperamos en Dios, cuando de nuestra boca no salen reproches, reclamos o cualquier palabra que quiera poner en duda lo que Dios hará en nuestra vida.

Por otra parte en el Salmo 39:7 el salmista decía: “Entonces, Señor, ¿dónde pongo mi esperanza? Mi única esperanza está en ti” (Nueva Traducción Viviente). Cuando reconocemos que del único que dependemos es de Dios, todo nuestro panorama debería cambiar, ya que Él hecho de depender de Dios es una garantía de que la respuesta final será perfecta.

El salmista David nos hace ver que esperar en Dios no es cosa fácil por lo que tenemos que esforzarnos y ser valientes:


“Espera con paciencia al Señor; sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia”.

miércoles, 11 de julio de 2012

Ora por los cristianos perseguidos

“ACORDAOS… DE LOS MALTRATADOS…” (Hebreos 13:3)
¿Oras alguna vez por la iglesia perseguida? Deberías hacerlo, porque es tu familia espiritual. Juan escribe: “…Vi… las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían” (Apocalipsis 6:9). Cada vez hay más creyentes en el mundo que están perdiendo la vida por causa de Cristo y por el testimonio que han mantenido en medio de la hostilidad. ‘¿Quieres hacerme sentir culpable?’ No, pero sí deseo:
1) Que ores más. “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo” (Hebreos 13:3). La próxima vez que te golpees el dedo con un martillo o que te duela algo, recuerda esa verdad y ora por el cuerpo de creyentes de todo el mundo, muchos de ellos maltratados, encarcelados, torturados y hasta matados por el Nombre de Cristo.
2) Que seas más agradecido. ¿Agradecido por qué? Porque tu fe es tan eficaz que estás en la lista de ataque de satanás; él te considera una amenaza para su reino y un impedimento a sus propósitos en esta tierra.
3) Que lleves más fruto. Richard Wurbrand, autor del libro Torturado por Cristo, dijo: “Lo que alguien cree realmente no es lo que proclama en su credo, sino aquello por lo que está dispuesto a morir.” Lo más probable es que nunca tengas que morir por Jesús. Pero la cuestión es: Si no estás dispuesto a morir por Él, ¿cómo vas a vivir, de verdad, por Él? Antes de responder a esta pregunta, debes hacerte otra: ¿Cuánto tiempo, cuántos tesoros y cuántos talentos estoy invirtiendo en su Reino?

sábado, 7 de julio de 2012

La muerte y la vida están en poder de la lengua

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:21
Las palabras son un asunto serio. Como creyentes, necesitamos considerar seriamente cómo usarlas. Necesitamos empezar a ponerlas a trabajar en nuestro favor como Dios lo hace. La Biblia dice que Dios usa palabras para llamar “las cosas que no son como si fuesen” (Romanos 4:17).
La mayoría de nosotros no tenemos la menor idea de cómo hacer eso. Hemos pasado nuestra vida “diciendo las cosas como son”. Constantemente hemos usado nuestra boca para informar acerca del estado lamentable de la situación a nuestro alrededor. De este modo, el solo pensamiento de llamar “las cosas que no son como si fuesen” parece un poco descabellado.
“¿Quiere decir que se supone que yo diga: ?Estoy sano? cuando me siento enfermo? ¿Se supone que diga: ?Tengo prosperidad? cuando estoy sin dinero?” Me parece que estaría mintiendo”.
No, no. Hay una gran diferencia entre mentir y hablar por fe. La mentira se dice con la intención de engañar alguien, de hacerle creer algo que no es cierto. Pero hablar por fe es simplemente decir palabras que están de acuerdo con la Palabra de Dios, no con las circunstancias a su alrededor. Es hablar con su espíritu, no con su mente.
Como el apóstol Pablo dijo en 2 Corintios 4:13: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”. Eso es importante. Lea ese versículo de nuevo. “Creí, por lo cual hablé”.
Hay personas que hablan las palabras, pero no tienen la fe para respaldarlas, y como resultado, fracasan en sus vidas espirituales. No llamaron “las cosas que no son como si fuesen” sino que las llamaron de la manera que querían que fuesen.
Estos son dos aspectos muy diferentes. Las palabras pueden ser las mismas. Pero sólo desear y esperar no cumplirá la tarea, hay que “creer”. Empiece hoy a poner tanto su boca como su corazón en armonía con la Palabra. Deje de “decir las cosas como son” y empiece a hablar y a creer las promesas de Dios. Ponga el poder de las palabras a trabajar en su favor.
Escritura Devocional para leer:
Proverbios 18:21
Texto Bíblico Devocional:
La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.

miércoles, 4 de julio de 2012

EL PENSAMIENTO DE LANGOSTA

Y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Numeros 13:33
Según el diablo ¿cómo es usted? ¿Cree él que usted es un valiente y poderoso guerrero de Dios o que es un pelele a quien puede darle una paliza cuando se le antoje?
La respuesta a esa pregunta depende de usted. Comprendí eso un día en que estudiaba en cuanto a los hijos de Israel y cómo fracasaron al no entrar en la Tierra Prometida. La clave de su fracaso se encuentra en las palabras: “Comparados con ellos, parecíamos langostas, y así nos veían ellos a nosotros”.
La razón por la cual los israelitas estaban tan aterrorizados de pelear contra los gigantes de Canaán no era porque esos gigantes fueran tan grandes, sino porque los israelitas se veían a sí mismos como enanos. Lo que ellos eran a su propia vista fue lo que los derrotó.
El mismo principio se aplica en su vida como creyente. Lo que usted sea en sus propios ojos es lo que cuenta. Si a su propia vista usted es un cristiano débil y sin poder, el diablo le atropellará tres o cuatro veces al día o más si él no está ocupado. Pero cuando usted empieza a verse como un hijo de Dios, un conquistador del Dios Todopoderoso, preparado con el mismo poder de Dios, el diablo querrá esfumarse al instante cuando lo vea a usted.
El diablo preferirá hacer cualquier cosa antes que venir contra alguien que es valiente y osado, porque él mismo es un cobarde. A decir verdad, desde que Jesús se levantó de la tumba, el corazón de Satanás se ha derretido al sonido de ese Nombre en la boca del que tiene fe en Cristo.
Si usted no es fuerte en el Señor a su propia vista, necesita cambiar su opinión de sí mismo. Necesita llenarse por completo de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo para que se pasee como gigante espiritual. Cámbiele la situación al diablo y deje que él descubra por sí mismo lo que se siente ser una langosta.