Un
día Moisés le dijo a Dios que la tarea encomendada era demasiado pesada para
él. Dios le pidió que buscara setenta hombres con dotes de liderazgo. Luego
añadió: “…Tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en
ellos, para que lleven contigo la carga…”(Números 11:17).
Tienes que entender que nunca
cumplirás tu destino si no estás dispuesto a dejar que otros se involucren en
él. No pienses tampoco que porque tu sueño sea algo grandioso, todos van a
querer ser parte de él automáticamente; desafortunadamente, no suele suceder
así. El mismo anhelo que te bendice, puede hundirte si no te rodeas de las
personas adecuadas. Moisés dijo: “No puedo yo solo soportar a todo este pueblo: es
una carga demasiado pesada para mí. Y si así vas a hacer tú conmigo, te ruego
que me des muerte…”(Números 11:14-15). No esperes a estar al borde de un
ataque de nervios, o a que tu familia se destruya, para buscar ayuda.
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